En AVE, a Barcelona, Sevilla, Málaga y Valencia
Despertarse en Madrid y tomar el almuerzo frente al Mediterráneo en Barcelona. Empezar la mañana con un baño en la playa de Málaga y pasar la tarde en la Gran Vía de Madrid. Visitar en el mismo día el Museo del Prado y la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. O terminar una jornada de compras en Madrid con una cena con vistas a la Giralda de Sevilla. Son algunas de las posibilidades que permiten las conexiones en tren de alta velocidad (AVE) entre estas grandes ciudades. ¿La duración de los trayectos? Dos horas y media o menos.
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Madrid, punto de partida
Es la capital de España, una ciudad llena de vida y con mucho que disfrutar. Desde su casco antiguo del Madrid de los Austrias con el Palacio Real o la plaza Mayor, hasta el Paseo del Arte con museos como El Prado o Reina Sofía. El shopping, las propuestas gastronómicas, la Gran Vía… Madrid se vive a todas horas. Sus conexiones con otras ciudades de España son sobresalientes: desde la estación de Atocha, con trenes AVE hasta Barcelona, Sevilla y Málaga, y desde la de Chamartín-Clara Campoamor, con servicios hasta Valencia.
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A Barcelona, en unas dos horas y media
Es cosmopolita, se abre al Mediterráneo y sus calles son escaparates de tendencias en moda, cultura y gastronomía. Con solo unas horas en Barcelona, descubrirás sus joyas únicas como la Sagrada Familia, el Park Güell o su arquitectura modernista. El día lo puedes completar con visitas como el paseo de Gracia o el Born para disfrutar de las compras. Dedícale más tiempo y pasea por sus Ramblas, descansa en algunas de sus plazas, relájate en la playa o diviértete en sus terrazas con vistas al mar.
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A Sevilla, en dos horas y media
Es el corazón de Andalucía y una ciudad especial por el ambiente y la tradición que se respira en sus calles. Puedes confirmarlo con un paseo por la orilla del Guadalquivir, con una visita al barrio de Santa Cruz o con una ruta en coche de caballo (calesa) por su área monumental. La plaza de España, los jardines del Real Alcázar, el parque María Luisa, la Torre del Oro… son imprescindibles. Puedes concluir el día con un espectáculo flamenco o unas copas con vistas a la Catedral y su torre, la Giralda.
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A Valencia, en menos de dos horas
Su icono más moderno es la Ciudad de las Artes y las Ciencias y su atractivo atemporal, su paella y disfrutarla frente al Mediterráneo. Los dos planes son perfectos para una visita exprés pero Valencia anima a prolongar la estancia mucho más. Motivos como recorrer las calles peatonales de la Ciutat Vella, relajarte en la Marina, disfrutar de un baño en la playa, saborear la cocina mediterránea en restaurantes de alta cocina…
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A Málaga, en dos horas y media
Es la capital de la Costa del Sol y una ciudad en constante evolución que se ha consolidado como destino turístico por su cultura, su arte y sus opciones de ocio. En Málaga puedes visitar el Museo Picasso y su casa natal, el Centre Pompidou, el Museo Carmen Thyssen, el Museo Ruso de San Petersburgo… El casco histórico está repleto de rincones agradables para ir de tapas, pasear o encontrar tiendas con encanto. Y además, la playa urbana de la Malagueta te permitirá disfrutar del Mediterráneo.