Fundación Picasso-Museo Casa Natal. Iniciamos la ruta en el número 15 de la plaza de la Merced. Ahí es donde nació el pintor un 25 de octubre de 1881 (aunque por aquel entonces el edificio estaba numerado con el 36). Un par de años después, la familia se trasladaría al número 17. Hoy es la sede de la Fundación Picasso-Museo Casa Natal, dedicada a la difusión de su vida y obra. Cuenta con una valiosa colección de arte, con piezas de Picasso y de otros artistas contemporáneos. También organiza regularmente exposiciones temporales sobre el pintor y sus coetáneos, además de poseer un importante centro de documentación especializado. Farmacia Bustamante-antigua farmacia Mamely. Haciendo esquina con la plaza de la Merced, en la calle Granada, encontramos la farmacia Bustamante, una de las más antiguas de la ciudad. Cuando el establecimiento lo regentaba Antonio Mamely, la rebotica se convirtió en el lugar de tertulia habitual de los amigos del farmacéutico, entre ellos, el padre de Picasso, José Ruiz, pintor de profesión.
Lugares picassianos en la capital de la Costa del Sol
Málaga es la ciudad donde Pablo Picasso pasó su primera infancia. El ambiente y la vida cotidiana de aquellos años daría origen a algunos de los temas recurrentes de su pintura como el flamenco, las palomas o los toros. Recorremos las calles de su Málaga natal en busca de la obra y de los lugares que marcaron al genial artista español.
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Iglesia de Santiago. Muy cerca hallamos la parroquia donde fue bautizado Pablo Picasso. Según la partida de bautismo que se puede ver, fue un 10 de noviembre de 1881 bajo el nombre completo de “Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios y Crispiniano de la Santísima Trinidad”. La iglesia destaca también por su decoración barroca y su torre mudéjar. En la misma calle Granada, en el actual número 5, se localizaba la joyería que perteneció al tío de Picasso, Baldomero Ghiara, quien le apoyaría económicamente durante sus estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Todavía hoy, en el comercio que existe en la actualidad, se pueden seguir admirando las hermosas alegorías pintadas en el techo que datan del siglo XIX.
Museo Picasso Málaga. Desde la calle Granada llegamos a la calle San Agustín, donde se sitúa el Museo Picasso Málaga. El pintor malagueño siempre quiso que su obra estuviera presente en su ciudad natal; y en 2003, con la apertura de este museo en el Palacio Buenavista, su deseo se vio cumplido. Exhibe una colección de más de 230 obras de Picasso donadas por la nuera y el nieto del artista, Christine y Bernard Ruiz-Picasso. Los fondos muestran las diferentes etapas artísticas picassianas mediante dibujos, óleos, grabados, esculturas y cerámicas. Al final de la calle, junto a la iglesia del mismo nombre, descubrimos el antiguo convento y colegio de San Agustín, cuyo edificio acogía en el siglo XIX el archivo y museo municipales de Málaga. El padre de Picasso era conservador del museo y, en compensación por los retrasos salariales, le dejaron tener allí su taller de pintura. Pablo recordaba perfectamente las visitas al taller de su progenitor, donde realizaba sus populares cuadros de palomas.
Ateneo de Málaga-antigua Escuela de Bellas Artes de San Telmo. Llegamos a la plaza de la Constitución en busca del Ateneo de Málaga. En los años de la infancia de Picasso era la Escuela de Bellas Artes de San Telmo, donde su padre también trabajaba como profesor de Dibujo Lineal. Aunque su hijo no tenía la edad mínima para estudiar allí, en sus aulas se produciría su primer aprendizaje durante las ocasiones en las que le acompañaba. Colegio de San Rafael. En el actual número 18 de la cercana calle Comedias estuvo el colegio donde estudiaba Pablo Picasso. El artista malagueño no fue un buen estudiante, se aburría en clase y su mayor temor era que su padre no volviera a recogerlo. Por eso, él solía dejarle algo suyo, para que supiera que volvería. “Más que el bastón, lo que prefería que me dejara era la paloma o los pinceles, porque sabía que no podía prescindir de nada de eso”, recordaba Picasso.
Instituto Vicente Espinel. Situado en la calle Gaona, fue el Instituto de Segunda Enseñanza donde Picasso se examinó en junio de 1891 de las pruebas de acceso para ingresar en el instituto de A Coruña, ciudad a la que se mudaría su familia en el mes de octubre. Plaza de toros de La Malagueta. En su niñez, Picasso acudía a muchas corridas de toros con su padre. Durante esas tardes taurinas, en las que podía ver a los diestros más destacados del momento, se fue forjando su afición a la tauromaquia, y lo que más tarde se convertiría en una de sus icónicas temáticas artísticas.